11 diciembre 2008

"violencia machista"

Curioso término en el que me fijé hace unos días miestras comía rapidamente para volver corriendo al trabajo. Ya casi me estaba acostumbrando a escucharlo, "violencia machista", de tanto oirlo por todos lados, "violencia machista"; una sola ojeada al Dr. Google nos arroja más de 396.000 resultados, y si nos fijamos solo en noticias encontramos más de 2.500 entradas. Ante datos tan aplastantes no me extraña que se me estuviera haciendo el oido a este término, y quiero diferenciarlo de "violencia de género", "violencia domestica" o "violencia familiar" (como bien nos idica la wikipedia).
Pero quiero hacer especial énfasis en lo profundo del significado de dichas palabras ("violencia machista"), por un lado está la palabra violencia a la que todos le ponemos enseguida un significado claro y una imagen definida en nuestro pensamiento; y por otro tenemos la palabra machista que aunque también tiene un significado claro, vale la pena remarcarlo a través de lo que nos dice al respecto la RAE: "Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.", y prepontente: "Que abusa de su poder o hace alarde de él."
Así que si nos paramos a pensar un poco en la acepción real del término "violencia machista" nos daremos cuenta de que implica una violencia por razones exclusivamente de sexo y además siempre teniendo como objeto a la mujer. Esto reduce mucho el espectro y la atención de nuestra mirada sobre el problema que nos ocupa y que hoy en día es una verdadera plaga en esta nuestra sociedad. Reduciendo nuestro prisma lo único que conseguimos es menguar nuestras capacidades a la hora de buscar soluciones, echando la culpa solo al caracter "machista" nos olvidamos de muchas otras posibles causas y por lo tanto perdemos de vista caminos que sería muy importante explorar.


Quitamos importancia a la semántica y al uso de las palabras adecuadas, y aunque pueda parecernos algo nimio, una vez implantado un determinado vocablo, es practicamente imposible revertir efectos como este acerca del que hoy me paro a escribir. Y pueda pasar que en el lenguaje vulgar y diario no nos paremos a reflexionar sobre tales diferencias, pero no debemos consentir que quienes viven de la palabra se permitan el lujo de corromperlas, y por supuesto me refiero a los periodistas.


ech.